En este proyecto de investigación se desarrollaron varias actividades
enfocadas en evaluar el uso y aplicación de dispositivos basados en
microsensores para la medición de la calidad del aire en exteriores.
Entre éstas se incluyó un riguroso y objetivo ejercicio de evaluación
de sistemas de microsensores, tanto de equipos comerciales como
desarrollos independientes tipo DIY (Do-It-Yourself), que se
pusieron a prueba en dos sitios de la Ciudad de México y se evaluaron
contra los datos que se obtuvieron con equipos grado regulatorio.
Durante la evaluación se buscó someter los instrumentos a condiciones
ambientales variables, incluyendo periodos de lluvia, calor extremo,
alta humedad y de elevados niveles de contaminación. Lo anterior se
realizó para discernir entre las posibles causas y efectos que pudieran
relacionarse con las desviaciones y errores que se presentaron en cada
uno de los dispositivos. Los resultados arrojaron indicaciones
interesantes en cuanto a los parámetros que correlacionan con las
variaciones más comunes que se observaron y también diferencias que se
presentaron en los dos sitios escogidos, uno al norte y otro en la
parte sur de la ciudad. Los hallazgos confirmaron la importancia de
realizar este tipo de ejercicios de evaluación en las condiciones en
las que van a operar ya que, por ejemplo, existe evidencia que la
composición de las partículas finas y la naturaleza de la mezcla de
contaminantes pueden afectar de manera distinta el desempeño de los
sensores.
Como parte de este proyecto también se pusieron en marcha, para la
medición de compuestos contaminantes dentro de la Zona Metropolitana
del Valle de México, dos redes piloto basadas en microsensores. Para
la primera se emplearon sensores comerciales ampliamente disponibles,
de marca PurpleAir, que reportan las concentraciones del material
particulado fino tanto en su fracción PM2.5 como PM10. Para conseguir
este objetivo se aprovechó la infraestructura de la red PEMBU de la
UNAM (Programa de Estaciones Meteorológicas del Bachillerato
Universitario), que consiste en 14 planteles distribuidos a lo largo
y ancho de la zona metropolitana con mediciones de parámetros
meteorológicos. Para la otra red piloto, enfocada en medir
concentraciones de dióxido de carbono (CO2) con una
exactitud mejor al 1%, se utilizaron cavidades ópticas del fabricante
Sensair para lo que se construyeron prototipos activos con capacidad
de control de flujo y válvula para la calibración periódica con un
tanque de concentración conocida. En ambos despliegues de las redes
piloto se obtuvieron beneficios y resultados prometedores, sin embargo,
también se reconocieron retos y consideraciones importantes que se
tienen que tomar en cuenta para asegurar la calidad de los datos que
se van generando.
De las experiencias recogidas de estas actividades, resultaron
varias conclusiones y recomendaciones que resumimos en este documento
y que nos dieron pauta para elaborar un manual de procedimientos para
futuros ejercicios de evaluación. Queda por entendido que esta guía
de buenas prácticas es únicamente una recomendación y que pudiera
expandirse según los requerimientos del proyecto, y que dependiendo
del tipo de aplicación en la que se utilizarán estos dispositivos,
se puede ajustar el nivel de exigencia en las pruebas de control y
aseguramiento de la calidad de los datos. Los detalles del desarrollo
de las actividades realizadas durante este proyecto se encuentran
disponibles en reportes separados que, junto con este documento,
integran el informe final.
A continuación, se enumeran los entregables que conforman el informe final de este proyecto de investigación: |